terça-feira, 3 de abril de 2007

Mirada fuerte. iQue mirada tienes, Señor! Que mirada tienes, que me hace temblar. Que tuya mirada es tan funda y abismal, que por ella yo me voy a extranjeros caminos, de fuertes sensaciones y todo mi cuerpo tiembla a encontrarla.
i Que miradas tienes, Senor ! Penetrante como si fuera la águila Hipnotiza-me tal cual una serpiente, Dulce y inocente ella, como si fuera la mirada de un conejo. ¿O que quiere de mi, Senor, esta mirada tuya? ¿Que quieres tu de mi, cuando mi mira así? Que me dejas tan desnuda, envergonzada de tener mi alma así expuesta a esos ojos suyos, que tan lentamente me miran. i Mas se insistes en mirarme Senor, pues entonces mira! i Mirai Mira fuertemente e vea, o que yo no ti puedo ocultar! Ninguna defensa mi resta. Rotas e abiertas ya encontrase todas las puertas, nada impide a ti, de tomar a mi castíllo. i Venga entonces Señor! Consuma a tuyo ataque, yo le pido, No me dejas sufrir así, Que son fuertes e si hacen dolidas en mi cuerpo, las expectativas de todo eso, que ahora yo lo sé, en súbita conciencia, entre nosotros, aun ha que se pasar. Vengas Señor, aduéñese de mí que suya mirada fuerte ya me hace quererlo mucho. E desde ella haremos una puente, unidos por tos ojos suyos que a mis ojos, tan dulces tegan, camino para nuestros cuerpos que enlazados calmarán.

Nenhum comentário: